Un equipo de investigadores acaba de comprobar que algunas crías de rana estresadas por la presencia de depredadores desarrollan colas más largas que les ayudan a huir de esta amenaza. Cuando los animales o las personas se ven en situaciones amenazantes, tales como el combate o el ataque de un predador, el cuerpo libera hormonas de estrés que preparan al organismo para defenderse o para escapar rápidamente del peligro. Además, por primera vez, se ha demostrado que las hormonas del estrés también son responsables de alteraciones en la forma del cuerpo de los animales en desarrollo.
Los científicos han sabido durante mucho tiempo que los cambios ambientales pueden incitar a que los animales y las plantas alteren su morfología y fisiología como, asimismo, los tiempos de las etapas en su desarrollo. Por ejemplo, los renacuajos pueden acelerar su metamorfosis en ranas como respuesta a la sequía en un estanque, una alta densidad de predadores o la falta de comida.
Fuente: elmundo.es
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