A alguno de nuestros antepasados se le ocurrió que en vez de un simple palo puntiagudo sería mucho más mortífero adosar a uno de sus extremos una piedra bien cortante. Lo encontrado por los científicos son las puntas de lanza más antiguas utilizadas por la humanidad. Y no fue el ser humano moderno quien las empleó. La colocación de puntas de piedra en las lanzas supuso un importante avance tecnológico para los primeros humanos. Las herramientas con mango o empuñadura requieren más esfuerzos y una planificación previa para su fabricación, pero una piedra afilada al final aumenta su poder mortífero.
Las puntas de lanza con empuñadura son comunes en la Edad de Piedra 300.000 años atrás, pero nunca antes se habían encontrado unas tan antiguas. Los objetos hallados fueron utilizados en el Pleistoceno medio, un período asociado al Homo heidelbergensis, el último ancestro común de los neandertales y los humanos modernos
No hay comentarios:
Publicar un comentario